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El sumiller catalán ha logrado desarrollar un nueva mirada hacia el vino tras superar su adicción: «Lo cato y escupo, sin beber nunca»
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Seijas cuenta al mundo la lucha contra una pasión, que llegó a convertirse en su peor enemigo: «Hay cierto miedo a la última copa»
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El ‘biestrellado’ chef Raül Balam Ruscalleda: «Si no hubiese sido adicto habría llegado mucho más lejos»
El mundo del vino «mantiene sobrio» a David Seijas, un sumiller catalán que lleva siete años sin beber ni una gota de alcohol tras superar una adicción que no le ha impedido seguir vinculado a su gran pasión.
La gastronomía siempre ha estado en sus venas. Seijas nació en un bar y ha sido durante doce años la persona encargada de la bodega del mítico restaurante El Bulli de Ferran Adrià. Una vida vinculada al negocio del vino, donde el consumo de alcohol le hizo perder el control de su vida.
«Iba de copiloto. Todos mis actos iban relacionados con beber, salir y buscar excusas para empezar antes. Lo que era una pasión se convirtió en un grave problema«, admite el sumiller, quien perdió el control a base de copas. «En el trabajo podía estar sobrio y bebía después del trabajo. Luego empiezas a jugártela, a llegar tarde o no llegar».
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